Caso
El 25 de enero de 2005, alrededor de las 13.20hs, Fernando Ariel Carrera, un joven comerciante, casado y con tres hijos, se encontraba en su auto, a pocos metros del Puente Alsina esperando que el semáforo le diera luz verde para cruzar desde Pompeya a Lanús. Al mismo tiempo, efectivos policiales de civil de la Comisaría N ° 34 buscaban a dos asaltantes que iban en un auto blanco, robado en la zona. Al ver el Peugeot 205 blanco de Fernando, los policías fueron hacia él sin sirena, ni insignia alguna que los identificara como Policía Federal. De hecho, más tarde se supo que el auto de los policías tenía pedido de secuestro.
Fernando solo vio que un auto se acercaba a toda velocidad, con uno de sus integrantes con medio cuerpo fuera de la ventanilla y un arma de fuego en la mano. Por temor a ser asaltado, Fernando aceleró y dobló hacia Capital, pero el policía disparó y la bala impactó en la mandíbula de Fernando, dejándolo inconsciente. Fernando perdió el control de su vehículo que continuó la marcha por 500 metros y atravesó la Avenida Sáenz. En ese trayecto, el Peugeot atropelló y mató a tres personas -dos mujeres y un niño de seis años-. Finalmente, chocó contra una camioneta que transportaba seis personas. Algunas de ellas resultaron heridas. Los policías se bajaron del auto y continuaron disparando contra Fernando.
En total, los policías dispararon dieciocho veces contra Fernando. Ocho de esos disparos impactaron en su cuerpo y los otros diez en su auto. La escena de los hechos fue rápidamente controlada por personal policial, pero sin presencia de la autoridad judicial. Al final del día, los medios se refirieron al hecho como “La masacre de Pompeya” y relataron un supuesto raid delictivo, en el cual unos malvivientes habían asesinado a tres personas inocentes. En realidad, fue un caso más de armado de causas judiciales y abuso de la fuerza letal por parte de la Policía Federal.
Los policías que dispararon ilegalmente contra Carrera fueron los mismos que se ocuparon de llevar a cabo la investigación de los hechos. Del vehículo que conducía Carrera secuestraron, presuntamente, un arma de fuego –que no peritaron para establecer si fue disparada por Carrera– y otras pruebas que fueron controvertidas por la defensa.
El 7 de junio de 2007 Carrera fue condenado a 30 años de prisión por robo y triple homicidio agravado. El 6 de junio de 2012 Fernando fue liberado por disposición del Tribunal Oral en lo Criminal 14 de la Capital Federal, luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revocara la pena de 30 años de prisión. En el año 2013 la Cámara Federal de Casación Penal revisó nuevamente la sentencia y condenó a Fernando a la pena de 15 años de prisión, por robo y homicidio culposo. Finalmente, el 25 de octubre de 2016 la Corte Suprema de Justicia de la Nación consideró que Carrera había sido erróneamente condenado y lo absolvió.
Este caso fue llevado a la pantalla grande por el cineasta Enrique Piñeyro bajo el título “El Rati Horror Show”.
La película toma como punto central la manera en que se fraguó la causa de Fernando: la manipulación y alteración de la evidencia en el lugar de los hechos; la manipulación por parte de la instrucción policial de los testimonios de los escasos testigos llamados a declarar y el enfoque sesgado que dieron al caso los medios de comunicación.